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CONTRA LA ESCLAVITUD Y LA FALSA CRITICA DEL CAPITALISMO EN GENERAL (III)

Sábado 1ro de mayo de 2021, por Silvia Almeria

CONTRA LA ESCLAVITUD Y LA FALSA CRITICA DEL CAPITALISMO EN GENERAL (III)
Por Silvia Almería/PI

Crítica y Demarcación

Por Silvia Almería, proletariosinternacionalistas.com

¿Cómo puede ser que organizaciones, que se dicen proletarias, internacionalistas, revolucionarias, anarquistas, comunistas…, hayan sido las más hocicantes y sumisas al aceptar la MENTIRA DEL PODER sobre la pandemia y los virus?

¿Porqué ninguna de esas organizaciones “anticapitalistas” denuncia el plan deliberado, (y apenas oculto), de imponer un Nuevo Orden Mundial de esclavitud generalizada de la especie humana, a través de chips, vacunas, tapada de bocas, confinamiento…?

¿Por qué, ninguna de ellas denuncia que la tasa de explotación mundial (y la tasa de ganancia) aumenta, con la emisión de dinero FALSO por los bancos centrales, aunque sigan cerrando “fuentes de trabajo” y creando hambre a mansalva?

¿Cómo es posible que,mientras desde el poder.se sigue eliminando economía, modo de producción capitalista, relaciones de producción y fuerzas productivas, para preservar el capital mundial y seguir expandiéndolo en base a la emisión de dinero, dichos grupos, sometidos al mito del “modo de producción”, sigan diciendo que el poder quiere que haya más trabajo y más producción de bienes y servicios?

¿Cómo puede ser que esas organizaciones “anticapitalistas” estén tan infectadas de leninismo y estalinismo que ninguna ve en la actual esclavitud, a la que están sometiendo la humanidad,con el pretexto PANDÉMICO, el paralelismo evidente con los campos de concentración fundados en Rusia por los bolcheviques, como proyecto “socialista”, que sin embargo se denuncia en las redes?

¿Acaso el nuevo orden pandémico y vacinal, en pleno desarrollo e implantación, ahora en julio 2020, no es hasta la evidencia, el perfeccionamiento maquiavélico del orden bolchevique, fundado junto a los banqueros de Wall Street a partir de 1918?

Los “anticapitalistas” del valor trabajo, que siguen diciendo que el modo de producción capitalista busca producir más y más,… ¿o no ven lo que pasa, o les están haciendo una especie de “crítica a su majestad” a los inventores de pandemias?…

O, todavía más jodido: los están encubriendo, como hace la izquierda acusando a la derecha,y la derecha a la izquierda; antes de(en las sombras del poder)reírse juntos, del ridículo espectáculo creado, así como de los títeres y súbditos a quienes manipulan.

Lo que es claro, es que todos ellos, niegan el VERDADERO COMPLOT DEL PODER DEL DINERO, que se oculta detrás de los gobiernos, científicos, políticos y medios internacionales.

¿Cómo puede ser que ninguno de esos grupos que, dice partir del “anticapitalismo” y la “lógica del capital” haya cuestionado algo del INVENTO de la PANDEMIA…, como lo hace cualquier defensor de la medicina natural, cualquier defensor de la vida, cualquier marginal de la calle y hasta los “Médicos por la verdad”?

Si no fuera porque el “marxismo leninismo” es también parte de esa misma religión de Estado (del trabajo, la ciencia, el progreso), al menos alguno, denunciaría la verdad y diría, por lo menos, que toda la información que se reproduce a nivel mundial sobre la “crisis sanitaria”, es completamente falsa, que no prueba ninguna pandemia, ni que el supuesto virus de este año, mate más que una gripe cualquiera.

¿O todavía no se desayunaron que esa crítica del “modo de producción capitalista” que reduce todo a la “excesiva” producción y consumo de cosas como Greta Thunberg, es la que trata de imponer el mismísimo club de los poderosos como Soros, Kissinger, Gates/Melinda, Macron o Suarez, para encubrir sus propios genocidios pandémicos?

La acusación de que “la pandemia es el capital” o que "el capital es la causa de la pandemia", en vez de revelar y denunciar culpables, diluye todo en una fatalidad objetiva como si la misma fuese una calamidad natural.

¡Cómo si el desastre social y humano fuese provocado, no por relaciones sociales reales de explotación (como el dinero) y sus agentes, por el poder organizado del capital (el Estado profundo y la plutocracia real), sino por un enemigo misterioso y siniestro!

¡Todo pensamiento religioso usa el miedo de un enemigo secreto y muy malo…para imponer lo que sea!

El secreto del enemigo es clave para la dominación y la opresión, como lo fue para la inquisición o el estalinismo. Como nadie sabe mucho como es ese enemigo, los especialistas pueden moldearlo según las mismísimas necesidades de la sumisión y el control de las poblaciones.

Los curas inquisidores moldearon al diablo, en función del terror que infundía, para imponerla sumisión. Exactamente como los virólogos y especialistas de la OMS y la militarización social, moldean al virus en función de las necesidades de confinamiento y domesticación.

Según la cara del cliente, en función de lo que puede producir más miedo…y levantando, siempre bien alta la amenaza suprema, "es contagioso", “está poseído por el diablo/virus”. Lo que es totalmente seguro es que las pruebas “científicas” de tal “posesión” por parte del diablo no han mejorado mucho.

¡Hasta hace un siglo en Francia y en Estados Unidos se condenaba a la ablación de clítoris y a la muerte…porque se “probaba científicamente”, por la excesiva dimensión del clítoris, que tal persona era una “bruja poseída por el diablo”! ¡Había que encerrarla y hasta quemarla!

¡Hoy te condenan al encierro, al tapabocas, a la distanciación social y a veces al entubamiento, por un test mucho menos real que el tamaño del clítoris que medían "objetivamente" los científicos estatales de entonces! ¿A cuántos mataron y matan, por ese siniestro procedimiento, los científicos de ayer y de hoy?

En todo caso, la gran hazaña de la “ciencia” medical es aplicarle también el protocolo matasanos, del tapabocas, el distanciamiento, la deshumanización a ultranza, a quienes están sanos, a quienes ni siquiera logran enfermar con “su virus”...como a los niños, los bebes, los muy jóvenes.

¿Porqué no condenan la esclavitud real (militarización, represión, tapaboca, distanciación, confinamiento, control…) que encubren con el pretexto de la pandemia, en vez de seguir acusando al, capitalismo en general, de la pandemia disculpando sanitariamente a los verdaderos culpables?

¡Parece apenas creíble que, lo que ya es cuestionado por proletarios del mundo entero, que poco a poco y bien que mal, rechazan…las mentiras del poder [1], de los medios, de los gobiernos, de los políticos y sindicatos…, sea presentado, sin ninguna crítica,por esa sociedad anónima de “marxistas” y “libertarios” de todo el planeta, que no hace más que despotricar contra el “capitalismo en general” y el “modo de producción capitalista”[2]! ¡Sin denunciar siquiera la esclavitud real a la que nos condenan hoy!

No es una exageración decir que, además de los poderosos del mundo, quienes más creen en la religión pandémica y el conjunto de fakes de los “científicos” pagados para mentirnos, son precisamente estos “proletarios” que denuncian que la culpa la tiene “el capitalismo”, sin preguntarse siquiera si los datos pandémicos son verdad, si está probada la existencia del Corona virus, o la validez de los test PCR.

¡Cuestionan menos que el parlamento italiano que reconoce que “el 96 por ciento de los muertos por la pandemia murieron por otra causa y no por el Coronavirus!

¡Ni siquiera cuestionan la pandemia al estilo Bolsonaro, Trump, Ortega, Maduro...!, a regañadientes y despotricando contra la corrupción de la OMS y la medicina en general, sino que son más creyentes que el papa!

En fin, no le llegan ni a las botas al Ministerio de Salud de Bielorrusia que reconoció oficialmente que el COVID 19 no es una “enfermedad infecciosa…” y que es una enfermedad mental, causada por el pánico creado por los medios de propaganda internacional [3]

Para los “anticapitalistas” de pacotilla, el “virus” existe y "la pandemia es una evidencia científica probada". El dogma religioso es todo. Algo así, como lo era para los curas en la Edad Media el diablo y el infierno…, sin preguntarse siquiera si no será exagerado decir que "hay una pandemia”, sin que nadie haya podido establecer algo cualitativo y cuantitativo en ese sentido, o que un virus pueda ser responsable de tanto espectáculo mortuorio.

¿No será pura superstición? ¿Acaso existe algún sistema de salud natural en la historia de la humanidad, que sostenga ese postulado de que los “virus” son los que causan la enfermedad? ¿No será que tan absurdas supersticiones solo son el patrimonio de la tasa de ganancia del capital?

Si la venta de vacunas, no fuera un negocio tan lucrativo, que, gracias a medicamentar a los sanos, a riesgo y peligro de los mismísimos vacunados… ¿seguiría siendo tan religiosamente admitida, la historieta ridícula y sin ningún elemento que lo avale, de que habría virus “realmente contagiosos” que podrían dañar un cuerpo sano?

No hay ninguna evidencia clínica, ni histórica, de que un virus pueda entrar en un cuerpo sano y hacerle mal. Mucho menos contagiarse. Ambas suposiciones no son admitidas por ninguna forma de salud histórica ancestral y holística ni en China, ni en la India…, ni en ninguna comunidad indígena…, es más bien una superstición religiosa, sin ninguna otra base, que la ideología que es identificada como “científica”, por la rentabilidad que proporciona a la industria química. Pasteur y sus creencias recibieron el aval “científico”, sin ningún tipo de prueba, más que la ganancia capitalista de medicalizar a todo el mundo como enfermo potencial.

¡Ese es el verdadero criterio de verdad de la ciencia medical, estar al servicio de la maximización de utilidades!

¡Por supuesto que hay que denunciar esta verdad!: todo lo que llaman ciencia es una superstición absurda que prueba su capacidad para aumentar los beneficios.

¡Esto es lo que tiene que gritar el proletariado en lucha contra los pandemistas! Esta es la verdad que tenemos que enfrentar.

¡Solo así, el proletariado internacional se demarcará del dogmatismo judeocristiano y marxista (cuyo dogma es precisamente las determinantes objetivas del capitalismo para producir pandemias) y podremos salir violentamente de tanto confinamiento!

¡Solo así romperemos esta destrucción de toda comunidad de lucha y de vida que llevan adelante el tapaboca, el distanciamiento, el encierro…!

Hay que ser también claro en eso, no hay ninguna otra esperanza: solo una salida explosiva y de ruptura práctica del confinamiento y de la esclavitud creciente que llaman “nueva normalidad”, puede sacarnos de esta putrefacción de la humanidad, cada vez más esclavizante.

¡Solo rompiendo esta normalización de la esclavitud pandémica se lucha por la revolución social!

Sin embargo, ese dogmatismo religioso tan judeo-cristiano como pasteuriano, que, bajo la dictadura de la tasa de ganancia capitalista, impuso la creencia en virus malos como el diablo y en pandemias terribles como el infierno, corre de la mano con la mitología marxista leninista fundada por el Estado ruso que consagra al trabajo (¡es decir la tortura!) como, único valor y realización misma del ser humano. La verdad que es el más brutal tinglado ideológico de todos los tiempos…, en donde cada torreta fundacional se complementa y fortifica para ERIGIR POR ENCIMA DE TODO A UN SOLO DIOS…, el único, el verdadero…EL DINERO.

La raíz judeocristiana de virus y diablos, pandemias y contagios, son los verdaderos fundamentos ideológicos de la subsunción al capital, constituyen la clave histórica de la alianza del poder bancocrático y pandémico actual. Al respecto no debe subestimarse el aporte del “marxismo leninismo” tanto en la apología de todo el dogma científico medical pasteuriano como en el de la economía política marxista del valor trabajo como de la organización del trabajo en los campos de concentración llamados estalinistas y fundados en realidad por Lenin y Trotsky.

De ahí que en la lucha contra la actual esclavitud, sin frase, a la que se está sometiendo a la humanidad, la denuncia y la demarcación contra la falsa crítica del capitalismo en general, sea tan esencial. Sin esa demarcación la esclavitud de todo el género humano seguirá el ritmo triunfal que ha tenido hasta el presente.

[1] Ni por casualidad quisiera que se pueda interpretar esta afirmación con una apología de la resistencia proletaria que, ha habido hasta ahora, a la mentira de la pandemia, porque a decir verdad ese rechazo sigue siendo demasiado aislado, timorato, pobre…y todavía no se grita con fuerza de pelea…que la pandemia es MENTIRA.

[2] En las asambleas de asambleas de los “chalecos amarillos” (movimiento que se ha hecho fuerte en más de 50 países) se denuncia seguido ese interés, manipulador y milico, en castrar la critica real del movimiento a la bancocracia internacional imponiendo el Nuevo Orden Mundial…y disolverlo en una crítica del “modo de producción capitalista” en general, preconizado desde el mismo gobierno mundial de banqueros. No solo se busca esconder la esclavitud real impuesta por el valor sobre la vida humana y los objetivos de la tiranía del dinero fiat, sino desviar toda la crítica social hacia una cuestión de exceso de población, “exceso” de producción y consumo y en última instancia en un problema ecologista, en donde el Bilderberg y el mismo Macron son los campeones absolutos de “la lucha contra el calentamiento global”.

[3] A continuación, reproducimos la noticia tal como circuló por los medios, aunque sepamos que los fabricantes ideológicos de la pandemia culparán de ello a la “extrema derecha”: ¡Bielorrusia reconoce que el virus es MENTAL!

El Ministerio de Salud de Bielorrusia reconoció oficialmente a COVID-19 como una enfermedad mental. En un panel ampliado dedicado a contrarrestar la propagación de una nueva infección por coronavirus en el país, el Ministerio de Salud de Bielorrusia hizo cambios al estándar médico estatal. La principal innovación fue la expansión del número de enfermedades mentales, cuya categoría se reponía con COVID-19. Al mismo tiempo, COVID-19 fue excluido de la categoría de enfermedades infecciosas.